Media Maratón en Tánger. Por Juana Plaza

Media Maratón en Tánger. Por Juana Plaza

Recordadme que si vuelvo a viajar para una media maratón sea en pleno invierno o hacia el norte, aunque mis homólogos en España hayan pasado el mismo calor o más en la Behobia.

El viaje en sí, ha merecido mucho la pena pero el plan daba más para ir a las espectaculares playas que para hacer una media Maratón, calor, calor, calor, manga corta desde el primer día el 6 de noviembre.

El hotel no podía estar mejor situado, justo encima de la explanada donde se celebraba la carrera.

El día de la carrera nos levantamos a las 7.30. A las 8 estamos desayunando. Y a las 8.30 camino de la explanada pues a las 9 está prevista la salida. Nos colocamos en lo que creemos es la línea de salida pero nos mandan para atrás, luego hacia adelante, nos van cambiando el lugar cada momento creando gran desconcierto entre los corredores, por fin nos anuncian que saldremos a las 9.30. El calor cada vez aprieta más y no hay ni una sombra, recordad que aquí es una hora menos que en España.

10km y media Tanger

Veo cosas alucinantes chicas que van a correr con anoraks negros larguísimos y pañuelos en la cabeza y un bolso cruzado, me entra el sarampión con tan solo mirarlas.

Por fin salimos por toda una avenida paralela a la costa, ya se nota el calor, en la mano llevo una botellita de agua mezclada con un gel. Intentó escuchar música con mi iPod pues sé que esto me dará alas cuando no pueda más, pero me doy cuenta que mi hijo me ha hecho un birlibirloque y me ha dado el cambiazo a mis cascos nuevos  comprados una semana antes para la carrera,-¡horror no tengo música¡ los que llevo no se oyen apenas.

En el km 3 hay un desvío  donde unos cuantos marroquíes están dando órdenes con las manos hacia un lado y a otro, ¡no parece que estén enterados!, pues pregunto que para donde es la media y me mandan con los de 10km, continuo 200 m nada convencida y pregunto al de al lado que está dudando como yo, retrocedemos los dos convencidos de que vamos mal.

Me encauzo por fin  por mi camino  con los de la media y Maratón, y alucino, no han cortado el tráfico en las siguientes calles, hay que sortear los coches que no paran de pitar, me intentan chocar la mano algunos animadores y le choco a uno que me deja la mano con un hormigueo que me dura 3 minutos. Un avituallamiento en el 5 me salva de calor sofocante, eso si tengo que abrirme yo misma un plástico de botellas y sacar una,  pues solo hay una persona dando y no da abasto a sacarlas, me hecho agua por la cabeza y subo, subo, subo. No sé ni quiero saber a qué velocidad voy pero pienso que esto va a ser muy duro, consigo llegar hasta el 10 exhausta y cojo de nuevo agua, tengo muchísimo calor, me la echo por la cabeza y me extraña que la botella estuviera abierta y calentita. Horror!! acabo de echarme  la  botella de gel que me quedaba, más de media , toda la cara pegajosa, el pelo y sobre todo los ojos, veo otra botella tirada casi llena y la utilizo para aclararme la cara, y guardo la botella sin abrir por lo que pudiera pasar. En el km 11 me encuentro al que se equivocó conmigo yéndonos con los de 10 km. Se llama Said, se coloca a  mi lado y en medio francés español e Inglés intentamos comunicarnos durante un buen trayecto, a veces tiraba él y otras yo, cuesta, cuestas, cuestas, calor, calor, calor.

En  el 15 km  esperábamos avituallamiento pero no había. Yo aún llevaba una botella entera, le ofrezco a Said que me lo agradece efusivamente. El resto lo mezclo con mi segundo gel y continuamos hombro con hombro. Gracias a Said que me va preguntando todo el rato, consigo distraerme un buen rato, y sobre todo no perderme, pues hay momento en los que a lo lejos no se ven corredores y en las bifurcaciones no se sabe bien por dónde tirar, ni una señal ni un km marcado, coches que te pitan…  Me reparto el final de mi agua con gel con Said que dice que le estoy salvando la vida, pero aún nos queda bastante recorrido y ya ni una gota de agua. No voy muy deprisa, intento mantenerme en 5´15” el km todo el rato, con el fin de llegar por debajo de 1h.50 min.

 

Sé que los últimos 4 km son de bajada por la playa y ahí tengo intención de emplearme y recuperar algún minuto. Pero sorpresa, cuando al final torcemos para encauzar la bajada a la playa un viento huracanado de cara nos  frena en seco. Lo peor de toda la carrera con diferencia, es como si me hubieran atado a la espalda una goma elástica que no nos deja avanzar, sigo como puedo y en vez de ir a 4.30 como esperaba me cuesta mantenerme a 6, así hasta el final y dejó a Said en el camino, a él le cuesta más aún seguir que a mí,  por fin veo el arco ahora hay gente que jalea, y parece casi una carrera de verdad , entro con un último esfuerzo en 1.52, todo un logro dadas las circunstancias. Dos minutos después llega Said.

Juana Tanger

Comments (2)

  • María Reply

    Buena crónica, Juana. A pesar de la desastrosa organización, el calor y el duro perfil, tú tan máquina como siempre. Y la experiencia ya no te la quita nadie. Enhorabuena.

    17 noviembre, 2015 at 3:53 pm
  • Nel Reply

    Me encanta ni echándote gel en la cabeza de despeinas….máquina, me parece increíble correr en esas circunstancias

    22 noviembre, 2015 at 11:16 am

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