Sorry, nothing in cart.
Muchos sois los que nos preguntáis sobre ejercicios de técnica de carrera, sobre todo cuando estáis al inicio de la afición runner y se buscan consejos sobre cómo empezar a correr. Entre los ejercicios que se pueden realizar para mejorar la técnica de carrera, sobre todo al inicio, y que menudo se desestiman, son los trabajos de fuerza.
Buscar la pose adecuada al correr o buscar cambiar tu gesto para correr “bonito” puede traer problemas en forma de lesiones o contracturas por sobrecarga. Cambiar nuestros apoyos simplemente por estética si nuestra musculatura no está lo suficientemente fortalecida para adaptarse a este cambio artificial, no siempre es una buena idea.
Hay runners que, intentando entrar de metatarso o con la parte delantera del pie evitando sus pisada que entraba de talón, se provocan una contractura en el gemelo o una lesión mayor al forzar una pisada recomendada en revistas para deportistas de élite. Incluso hay quiénes en este caso concreto de entrada con el antepié, algunos corredores principiantes tienden a correr de puntillas, sin percatarse que esto gesto frena en cada pisada en lugar de preparar el pie para el contacto con el suelo, absorber el impacto e impulsarse con la energía acumulada al tocar la superficie.
Precipitarse en el cambio de “pose” o técnica de carrera pueden traer consecuencias. La finalidad del entrenamiento es ser eficiente en cada zancada y para mejorar esta eficiencia es imprescindible un trabajo de fuerza anterior al trabajo de técnica de carrera.
Como consecuencia de estas fases de trabajo se producirá un cambio en nuestra forma de correr. Un camnio, atención, que tardará meses en lograrse. “Correr bonito” no es una finalidad en sí misma sino una mejora de la técnica de carrera paulatina, una consecuencia de un trabajo bien hecho.
Es necesario entonces abordar un trabajo de fuerza antes de acometer un trabajo de técnica que traiga como consecuencia una variación en nuestra técnica durante la marcha en carrera.
Son 3 los aspectos principales en los que incidir al fortalecer la carrera:
El trabajo de fuerza requiere una planificación y priorización en función de nuestro objetivo. Sin embargo, estos 3 ejercicios propuestos pueden y deben hacerse al menos una vez por semana.
Además de estos 3 ejercicios es necesario que nuestro entrenador planifique también sesiones de trabajo de fuerza (fuerza máxima, coordinación neuromuscular, fuerza de resistencia…) ajenos a éstos y orientar sobre la necesidad de fortalecer o tonificar otras partes del cuerpo que logre proporcionar una visión global para adquirir una biomecánica diferente y mejorada al correr.
Artículo original publicado en Triatlón Channel.
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