Visita a la bodega Pago Los Balancines 2016: La democratización del vino

Visita a la bodega Pago Los Balancines 2016: La democratización del vino

Este año he realizado mi tercera visita a la casa de uno de los patrocinadores que más ha confiado en mí y que menos me ha exigido a cambio; la bodega Pago los Balancines.

Una exigencia que sin embargo sí trasladan a su modo de trabajar pues se mueven por la ambición y el deseo de sacar lo mejor de la tierra, las mejores uvas y los mejores vinos, cuyo resultado final será motivo de orgullo y fruto de la pasión, esfuerzo y dedicación en cada proceso.

La exigencia como garante de la calidad

Realmente es enriquecedor aprender cómo son capaces de cultivar la materia prima, la uva, mediante métodos sostenibles y adaptándose a la climatología, meteorología y condiciones del terreno.

Miren González, responsable del área de enoturismo y atención al cliente, nos contó sobre qué tipo de suelo están emplazadas las vides, las características y peculiaridades de que exista una capa de caolín bajo un viñedo de más de 40 años, los predominios de vientos y corrientes atlánticas y mediterráneas de las que se benefician, siendo la zona un corredor o paso para las aves migratorias por lo que pueden verse pasar aves en plena migración en dirección al atlántico o al mediterráneo según la estación.

He aprendido acerca del sistema de plantación de las vides, en vaso, sistema elegido en función de estas condiciones de suelo y debido a la existencia de una capa freática relativamente cercana que hace que la planta tenga la capacidad de encontrar agua sin necesidad de regarla.

Viñas Pago Los Balancines
Visita a bodega Pago Los Balancines

El conocimiento del ecosistema donde se hallan, de los sistemas de cultivo posibles, la suelta de animales cuando procede, las podas (una o dos al año) y el cuidado preventivo meticuloso de plagas, hace que en esta fase consigan una producción de uva sin uso de fertilizantes, pesticidas o plaguicidas químicos, lo que los denominaría de cultivo ecológico.

Esta decisión tomada por convencimiento y no como herramienta de mercadotecnia me hace valorar el mimo y cuidado con el que Pedro Mercado trata a sus vinos. Desde la tierra, desde el cuidado de la uva, su materia prima.

El momento justo de maduración

La época de la vendimia es quizás la más delicada, hay que buscar el punto justo de maduración y, aunque hay sistemas actuales que corroboran el grado de azúcar, siempre es responsabilidad de Pedro, propietario y enólogo, decidir el momento y qué áreas deben ser recogidas.

La temperatura de la uva es importante, por eso vendimian de noche, portando un frontal, en un baile frenético de luciérnagas humanas.

Vendimia en Pago Los Balancines

En la mesa de selección hasta 7 personas trabajan en hilera seleccionando los mejores granos, uno a uno en el caso de los mejores vinos. Tanto cuidan estos granos que incluso evitan la caída en los depósitos introduciéndolos desde abajo.

La bodega Pago Los Balancines, arquitectura vinícola

La bodega es también una maravilla. Ecoeficiente y sostenible, no necesita sistemas de refrigeración para mantener una temperatura fresca a pesar de estar situada en el sur de Extremadura; la orientación y ventanas situadas estratégicamente regulan y aseguran una temperatura adecuada y un flujo de corriente incluso en los días más calurosos.

Las piscinas de la entrada termorregulan la sala de almacenaje y Miren nos desvela con una sonrisa que su existencia va más allá de un mero motivo estético, Pedro que es también arquitecto, se ha encargado él mismo de diseñar el edificio y ha cuidado también estos detalles.

Verdaderamente maravilla escuchar cada uno de los procesos por los que Ana Hernández, directora de márquetin, nos va adentrando. La pasión que trasmiten y el amor por un trabajo bien hecho. Su lema es obtener la mejor materia prima y sin escatimar medios, poder sacar el mejor vino.

Bodega Pago Los Balancines
Bodega Pago Los Balancines
Bodega Pago Los Balancines

Nos dan unas cifras en torno a 2.500 a 3.000 kg por parcela, mientras que la producción en otros viñedos es de 18.000 kg. Esto también nos indica que su filosofía es ir hacia la calidad, en lugar de la cantidad.

La meticulosidad en la bodega, la limpieza y el buen gusto en la decoración son motivo de orgullo y de referencia (cada uno podría tomar nota y aplicar a su trabajo).

Los vinos de Pago Los Balancines

Algunos de los vinos más reconocidos de Pago Los Balancines tienen una extraordinaria historia detrás, fruto de la inspiración como puede suceder con cualquier obra de arte. Como sucede con Salitre, un vino de 2009 un tributo al cantautor Quique González hecho por Pedro Mercado.

Este vino 100% garnacha tintorera, le ha dado una singularidad especial al ser ésta una variedad difícil de cultivar y que Pago Los Balancines utiliza como elemento diferenciador y estandarte.

Algunos de mis vinos favoritos son Matanegra (2012) y Huno (2013) aunque no me deja indiferente el nuevo Huno Blend (2014); y en cuanto a vinos blancos recomendaría Alunado Sauvignon Blanc o Chardonnay (2014) aunque también catamos el Huno White (2015) que nos sorprendió gratamente.

Vinos Pago Los Balancines

Pago Los Balancines: la democratización del vino

Recomendaría y regalaría una visita a esta bodega a todo aquel que pudiera disponer de un día o fin de semana para conocer este mundo sin miedos ni estereotipos.

Bajo uno de sus lemas, la democratización del vino, tratan de hacer llegar el mejor vino al mejor precio, siendo pionera en servir un gran vino a una gran superficie como Lidl, decisión que han defendido por convencimiento. No dejéis pasar la oportunidad de adquirir vinos como Matanegra o Huno a precios increíbles en algunas de las ofertas puntuales que la cadena promociona.

Esta bodega, sus vinos, su trabajo, su ideología y el emplazamiento en una tierra poco conocida y que tiene mucho que mostrar, bien merece ser visitada.

Aprovecho también para adelantaros una novedad, Haragán, que también catamos el pasado fin de semana y que dará que hablar. Este vino homenajea el cuidado y cría a una raza, el mastín extremeño, que tanto ha formado parte en la cultura del pastoreo y del campo, cultura que Pedro Mercado se encarga de recordar y reafirmar.

Haragán Pago Los Balancines

Es por esto que Pago Los Balancines es algo más que un vino, es una forma de ver la vida, una actitud y en definitiva un modo de vida, sostenible, ecológico y eficiente.

Después de haber escuchado toda esta historia, es cuando toma sentido el logo con el que etiquetan sus vinos. Un círculo que hace referencia al proceso de la vida y a la armonía del universo.

Pago Los Balancines

“Los guerreros lakotas siempre se congregaban en formaciones circulares porque, para ellos, el círculo es el símbolo fundamental de la armonía del universo. Tal como refiró Alce Negro, el célebre hombre sabio lakota: Todo lo que el poder del mundo hace lo realiza en círculo. El cielo es redondo, he oído que la tierra es redonda como una bola y que las estrellas también lo son…

El sol sale y se pone trazando un círculo. La luna hace lo propio, y ambos son redondos. Hasta las estaciones forman un gran círculo al cambiar y siempre regresan al punto de partida. La vida del hombre es un círculo de la infancia a la infancia y lo mismo sucede con todo aquello en lo que el poder se mueve.”

Cita de Phil Jackson, de su libro Once Anillos.

Las fotografías de nuestra visita son propiedad de Marta Serrat.
Las fotografías de la bodega son propiedad de Pago Los Balancines y sus autores.

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