Sorry, nothing in cart.
Todos somos diferentes, también como runners. Sin embargo a veces hay características comunes. Nuestra manera de actuar frente a imprevistos, esfuerzos o el cálculo y gestión de nuestra energía nos agrupa en diferentes formas de ser, de actuar.
Contestando a estos supuestos, podrás conocerte algo mejor como runner:
A. Haces 62´o 65´ o incluso 1h10´para acompañar a alguien ¿Qué más da? Un poco más siempre viene bien.
B. Haces 55´ o 58´. Si haces 50´tampoco te preocupas, total… es casi 1h!
C. Haces 60´sin embargo no te le prestas más atención si ese día te han faltado 30” para completar la hora o te han salido 30” de más.
A. Ignoras su aparición y haces series y rodajes sin decir nada a tu entrenador. Ya desaparecerá.
B. Siempre estas pendiente de cualquier molestia que aparece y paras en cuanto aparece. Dudas de si llegarás a tu objetivo.
C. En cuanto sientes esa molestia hablas con tu entrenador, adaptáis el plan y buscáis entrenamiento alternativo. Además buscas un fisio o médico que diagnostique y/o trate el síntoma.
A. Haces más, tu entrenador no tiene ni idea, con lo que manda no llegas ni de broma a tu objetivo.
B. Haces lo que te manda de carrera pero no prestas mucha atención a los complementos como ejercicios de pies o posturales.
C. Cumples el plan y eres meticuloso con los ejercicios de tonificación general aunque alguna vez no tienes tiempo de hacerlos.
A. Como te ha bajado mucho el volumen haces los entrenamientos mucho más rápidos. Tratas además de sumar kilómetros de cualquier manera o te escapas a hacer spining o cualquier otra actividad para desfogarte.
B. Como ya está todo el entrenamiento hecho dejas las sesiones para el último momento del día. Si no te da tiempo no te preocupa, ya está todo hecho.
C. Eres consciente de que hay que rebajar el volumen y descansar pero vas motivado a entrenar y disfrutas de los “días fáciles” que quedan.
A. Te pruebas a ver qué tal estás, ruedas fuerte o terminas más fuerte o intentas hacer alguna serie y comprobar lo fuerte que te sientes.
B. No sales a rodar. Cuanto más descansado llegues mejor.
C. Sales a hacer un breve calentamiento de 20-30´para sudar un poco y moverte.
A. Vas más rápido para demostrar que estas fuerte. No quieres quedarte y vas muy por encima de tu ritmo.
B. Les dejas ir desde el inicio pues les das como “mejores” (más rápidos) que tú.
C. Haces el calentamiento con ellos y tanteas las fuerzas. Intentas ir con el grupo pero si vas muy forzado enseguida coges tu ritmo.
A. Haces lo que ellos tengan siempre que sea más de lo que te ha mandado tu entrenador.
B. Solo vas si hacen lo que a ti te toca
C. Intentas adaptarte al plan siempre que se corresponda con lo que te ha mandado tu entrenador. En caso de duda le preguntas.
A. Sales muy fuerte. La adrenalina hace efecto y además has salido en un cajón muy retrasado y tienes que recuperarlo. Pasas por la primera mitad de la prueba mucho más rápido de lo marcado pero te encuentras bien y sigues.
B. Sales tranquilo, hay mucha gente y ya les adelantarás. El gps te ha dado un kilómetro 5” más rápido de lo marcado y enseguida reduces la marca aunque te encuentras muy bien y quede menos de un tercio para el final de la prueba.
C. Sales un poco rápido, te permites 500-1000m para ajustar la velocidad debido a que sueles salir con ganas, mantienes el ritmo establecido hasta un 60-70% del recorrido y si a partir de ahí hay fuerzas empiezas a acelerar.
¿Tienes ya anotadas todas tus respuestas en un papel? Aquí averiguarás qué tipo de runner eres.
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